Siempre muy discreto con su vida privada, Fernando Verdasco ha abierto su corazón en el programa ’Mi casa es la tuya’ de la mano de Bertín Osborne. Reconociendo que está muy enamorado de Ana Boyer en la que ha encontrado a la mujer de su vida, Fernando contó cómo fue el primer día que la conoció y se dio cuenta de que iba a ser la mujer con la que iba a compartir el resto de su vida.
’’Conocí a Ana en el concierto de Enrique en Madrid en 2012, yo tenía novia y la tuve que dejar al día siguiente, no, es broma, pero a las tres semanas sí. Conocí a Ana y a los cuatro días gané a Rafa Nadal, dije esto es una señal, voy a dejar a mi novia y empezar a picar. Funcionó’’ ha explicado el tenista entre risas.
Con una vida muy complicada para mantener una relación sentimental debido a sus interminables viajes, Fernando ha explicado como la distancia estuvo a punto de acabar con su historia de amor. ’’Con Ana fue muy difícil al principio. En 2012 la conocí y llevaba 10 años como profesional, empezamos a salir en septiembre de 2013 y fue muy complicado el primer año. Ella trabajaba en una compañía en Madrid de sol a sol. consultora estratégica, una locura. Al principio hacía de chofer por verla, luego estabamos semanas sin vernos. Teníamos una relación a distancia, yo estaba acostumbrado, pero Ana me decía, es muy complicado’’ ha reconocido Fernando sobre sus comienzos.
Sin poder esconder su admiración hacia la madre de sus hijos, Fernando se derritió en elogios hacia su mujer: ’’De ella me consquista todo. Es la cabeza de su padre, su padre era un cerebrito, yo no lo pude conocer, me hubiera encantado. Según Ana le gustaba el tenis pero una cosa es esa y otra que un tenista venga a por tu hija. Ana tiene una cabeza privilegiada para números, es súper ordenada, súper educada, simpática, introvertida’’.
A pesar del feliz matrimonio del que disfrutan ahora Fernando y Ana Boyer, el tenista reconoció que su pedida no fue del todo perfecta: ’’Para la pedida tenía todo, me fuí a la India con el anillo, en noviembre, hicimos un tour por la India por dos hoteles o tres preciosos. Hubo un día que nos dieron un paseo en camello, estoy con la puesta de sol y digo no me he traido el anillo, era perfecto para pedirlo. Vamos al segundo hotel, una noche de la leche, debajo de la luna llena, solos, otra vez se me olvida el anillo. Íbamos a Maldivas después y todos los días lloviendo. Cuatro días diluviando sin parar, solo un desayuno sin llover. Me lo traje de vuelta’’. Finalmente el momento de la pedida no fue del todo como esperaban pero sí que fue muy especial para ambos: ’’Se lo di en Paseo de la Habana, vivíamos juntos, en un momento los dos solos le dije, hasta aquí hemos llegado, se lo saqué ahí y se lo pedí. Creo que no lo sabe ni Isabel’’.
Sobre el día de su boda, Fernando explicó que tanto Ana como él acordaron darse el ’si, quiero’ en la más estricta intimidad poniendo algunas dificultades para que no hubiera demasiados invitados. ’’A la boda fueron 60 personas. Lo hicimos un poco difícil para que fuera pequeña, queríamos que fuera pequeña. En cierto modo quedas mal con gente pero al final queríamos algo íntimo y en un sitio especial’’.
Fuente: (EUROPA PRESS)