Kim Kardashian, muy dolida por los comentarios antisemitas de Kanye West
El último episodio del reality de las hermanas Kardashian ha mostrado el duro momento que vivió Kim Kardashian cuando su exmarido y padre de sus cuatro hijos, Kanye West, empezó a lanzar mensajes antisemitas, racistas y misóginos en octubre del año pasado. El rapero, con sus polémicas declaraciones, arruinó en pocos días su imperio milmillonario, perdiendo casi todos los contratos que tenía. La empresaria e influencer, por su parte, solo se pronunció una vez para decir que “no hay excusa para el discurso de odio”.
Rompe a llorar
En el capítulo, los espectadores han podido ver cómo Kim rompe a llorar cuando su hermana Khloé le pregunta cómo está. “No estoy bien, hoy es un día muy difícil…”, confiesa la socialité, que asegura ver al antiguo Kanye. “Estoy muy confundida. No es la misma persona con la que me casé, a quien quise y a quien recuerdo. Haré lo que sea para recuperar a esa persona”, dice en el confesionario, y añade que se siente “muy mal” por él y que no había hablado con él porque, según le cuenta a su hermana, “se enfadaría” con ella si lo hiciera.
Se siente culpable
“Entonces me siento culpable por haber publicado algo en apoyo de la comunidad judía y que la gente hoy piense que le estoy dando la espalda”, sigue Kim. “¿Es culpa mía por haber publicado eso y ahora les he presionado [a los fans] y tendría que haberme callado? Yo hablo de todo lo demás. Nunca sé qué hacer”, afirma.
Una situación triste
En el confesionario otra vez, Kim Kardashian describe la situación como “triste”, y dice que no sabe cómo “manejar emocionalmente” todo lo que estaba pasando. “No quiero intervenir y ser parte de la ruina del padre de mis hijos”, concluye.
Como ver un accidente de coches a cámara lenta
“Ver a Ye es como ver un accidente de coches a cámara lenta”, comenta Khloé, y añade: “Ninguna de nosotras tiene estos puntos de vista antisemitas. Es gravemente irresponsable. Todas somos conscientes de los seguidores que tiene Kanye y de cómo sus palabras pueden usarse para el odio. A veces creo que nuestro silencio habla más fuerte [que nuestras palabras] y lo que hiciste no estuvo mal, no tiene nada que ver con lo que está pasando ahora”.
Muy enfadada
“No soy una mujer que esté siempre triste, pero ahora sí estoy triste. A veces me siento abrumada. Tengo mucho en qué pensar. Estoy muy enfadada. Tu instinto te dice: ‘Vaya, nunca voy a poder hablar de nuevo con esta persona’. Pero luego pienso en mis hijos y me está costando entenderlo. Necesito seguir adelante, no puedo quedarme paralizada por malas elecciones, decisiones y traumas”, dice Kim.
En modo protectora
Más tarde en el capítulo, jugando con sus hijos, dice estar “en modo protectora”. “Trato de ocultarlo todo. Es difícil si no saben nada. ‘¿Por qué papá no viene a cenar? ¿Por qué papá no me ayuda con mis cosas?’. Eso me mata, es lo único que me da ansiedad. Me da miedo si alguien va a decirles algo jugando, en el colegio. Simplemente no sabría qué hacer”, termina, no sin antes matizar que intenta llevarlo todo “día a día”.