Los hijos de Piqué y Shakira no asistirán a la boda de Marc Piqué
La llegada de Gerard Piqué a Miami con sus hijos este lunes 19 de junio para entregárselos a Shakira, tal y como estaba previsto en un principio, ha sido la confirmación de que Milán y Sasha no asistirán finalmente a la boda de su tío Marc este viernes en Barcelona.
La colombiana se niega a que sus hijos estén con Clara Chía por el momento
A pesar de que el exfutbolista intentó hasta el último momento que la cantante cediese y le permitiese estar cinco días más con los niños para que no se perdiesen el ‘sí quiero’ de su hermano pequeño, con el que sus hijos tienen una relación muy estrecha, la colombiana no ha dado su brazo a torcer.
Ya se conoce el motivo
Y ha trascendido el motivo.
Una clausula en el convenio
Según se ha dado a conocer, hay una cláusula en el convenio de separación que Shakira y Piqué firmaron el pasado noviembre en la que se especifica que Milán y Sasha no podrían estar con la nueva pareja de su padre a menos que fuese algo consensuado entre ambos.
Shakira todavía no está dispuesta a dar su brazo a torcer
Una condición con la que la artista habría intentado proteger a sus hijos de las posibles relaciones amorosas del futbolista, impidiendo así que terceras personas se involucrasen en la vida de los pequeños.
Si Clara no asistiera a la boda, los pequeños sí podrían ir
De ahí que la única posibilidad de que los niños fuesen a la boda de su tío pasase porque Clara Chía no asistiese al evento.
Gerard no quiere que Clara falte en el acontecimiento
Algo a lo que Gerard no estaba dispuesto, renunciando a estar con sus hijos en un día tan especial y devolviéndolos a Miami en la fecha marcada por convenio.
Shakira todavía no quiere que sus hijos pasen tiempo con Clara
A pesar de que su noviazgo parezca bastante consolidado, Shakira no está dispuesta a que Milán y Sasha estén con Clara de momento.
Clausura que hace que la expareja se tenga que poner de acuerdo
De ahí también que la joven abandonase la residencia de su chico el pasado 4 de junio, cuando llegaron los pequeños a Barcelona, para instalarse en la casa de sus padres, respetando así la cláusula ‘anti novias’ impuesto en el convenio de separación.